Coaching Educativo

EDUCAR EN EL ASOMBRO

EDUCAR EN EL ASOMBRO

¿Cómo educar en un mundo frenético e hiperexigente?

¿Cómo conseguir que un niño, y luego un adolescente, actúe con ilusión, sea capaz de estar quieto observando con calma lo que le rodea, piense antes de actuar y esté motivado para aprender sin miedo al esfuerzo?

Los niños de los últimos veinte años viven en un entorno cada vez más frenético y exigente, haciendo la tarea de educar más compleja, y alejandolos de lo esencial.

Están inmersos en un sinfín de actividades que, poco a poco, les están apartando del ocio de siempre, del juego libre, de la naturaleza, del silencio, de la belleza..Muchos niños se están perdiendo lo mejor de la vida: descubrir el mundo, adentrarse en la realidad. Un ruido ensordecedor acalla sus preguntas y las estridentes pantallas interrumpen el aprendizaje lento de todo lo maravilloso que hay que descubrir por primera vez.

 Catherine L’Ecuyer, en su libro «Educar en el asombro» comenta

“Los niños están acostumbrados a tenerlo todo antes de desearlo y sin esfuerzo […]. Necesitan más que nunca acostumbrarse pacientemente mirando cómo se arrastra un caracol, observando cómo una flor crece, cómo una gota de lluvia resbala por el cuerpo de un ciempiés peludo, viendo aparecer un brote, regando las plantas, recogiendo las setas con agradecimiento y dando de comer a los pájaros. Los niños deben aprender a levantar la vista hacia el cielo de vez en cuando, como lo hacíamos nosotros cuando nos tumbábamos en la hierba que nos “picaba” y nos hacía cosquillas detrás de las piernas y de las orejas y nos imaginábamos que las nubes tenían forma de dinosaurios y de conejos”.

Las excursiones son un momento especial dentro de la vida escolar y una oportunidad para educar en el disfrute con la naturaleza. Hoy en día observamos que a muchos niños les aburre pues es demasiado lenta para ellos (¿Cuándo volvemos? ¿Para qué hemos venido?).

Creo que vale la pena hacer un esfuerzo en los centros educativos para:

–  Hacer excursiones siempre que podamos

–  Impulsar proyectos de huerto escolar o jardinería

–  Cultivar el ritmo lento y sosegado en la escuela donde se potencie la observación y la escucha.

– Cualquier propuesta que  se te ocurra  para luchar contra el “Trastorno por Déficit de Naturaleza” en la escuela.

Te invito a que las pongas en marcha y las compartas.

Yo aporto mi granito de arena con este trabajo de atención consciente  realizado con mis alumnos de 1º y 2º de la ESO del Instituto Santa María de Ibiza en un parque cercano al centro.

 

Los alumnos de 2 de ESO  tuvieron la suerte de no poder salir al parque porque llovía mucho y realizaron su trabajo de atención plena.  Fue un reto y un descubrimiento para mi y para ellos el grado de atención y motivación para buscar la belleza «dentro» y el disfrute de la sesión.

 

 

 

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Gema Gonzalez

Especialista en Pedagogía Terapéutica, Psicopedagoga y Coach Educativa.

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Posted in: blog, Experiencias educativas

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1 Comment

  1. Joan Escandell febrero 9, 2016

    Enhorabuena Gema!

    Creo que está bien cuestionarse desde la escuela determinadas tendencias sociales que al final nos quitan libertad, y poder centrar a los chicos en su propio interior.

    reply

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